pedacitos

Época primaveral, época de momentos nostálgicos, de trozos, de retales, de pedazos de aquí y de allá, de pinta y colorea (adoro esos momentos coloreados), época de huellas, de rastros en forma de corazón ...
Leo y releo tus mails, tus cartas, miro el álbum de fotos que me regalaste aquellas Navidades y tengo ganas de volver a ese preciso instante que recuerdo como si fuera ahora. Precisamente hoy hemos hablado de nuestros amores y desamores, de cuán fea o bonita se nos pinta la vida, de lo jodido que es encontrar a alguien que te quiera y de lo maravilloso que es cuando, por fín, lo consigues.
Y así nos plantamos en abril, querido mes de lluvias y soles. Soles que aparecen así, de refilón, en plan tímido (con lo bonito que es que se dejen ver, digo yo ...). Cómo cuando te conocí, que me mirabas por el rabillo del ojo, como quien no quiere la cosa ... y te percatabas de todo. tomabas nota y luego me soltabas un "esta mañana, cuando hablabas con L, has hecho un gesto así (escenificación exacta del gesto) q ha sido lo más dulce y sensual que he visto en mi vida". Y yo a eso qué puedo o mejor dicho, qué podía responder?
Va pasando el tiempo y te das cuenta de que al vivir historias así de bonitas es normal que quieras más, que quieras que se repitan, que lleguen nuevas, que quieras aventura, pasión, novedad.... Que quieras unos buenos días en forma de abrazo oso gigante, que quieras sorpresas, que quieras la luna, las estrellas, una docena de globos. Y que, sobre todo, quieras a alguien que no tenga que perderte para darse cuenta de que te ha encontrado.